Arrancamos esta nueva sección que tiene como objetivo el compartir la información y las sensaciones de las pruebas de varios vehículos. El primero de ellos será el clásico todoterreno británico por excelencia, el Land Rover Range Rover Vogue 4.4 SDV8, con 340CV de potencia. Intentaré transmitir de primera mano mis opiniones, que siempre serán subjetivas, ya que cada coche debe ser disfrutado de modo personal e intransferible.
Periódicamente iré subiendo mis experiencias de conducción, que espero sean de vuestro interés. Vamos allá. ¡Conduce conmigo!
Fecha: 20 de junio de 2016.
Vehículo: RANGE ROVER VOGUE 4.4 SDV8 340 CV.
Kms realizados: 450.
Recorrido: de Madrid a Valencia, autopista y un tramo final de ciudad.
Climatología: Despejado 25º.
UN TODOTERRENO CON NERVIO
Éste es uno de los primeros todoterreno de alta gama que pruebo personalmente, por lo tanto no lo puedo comparar con su actual competencia, Porsche, BMW, Mercedes-Benz, etc.
Desde su lanzamiento en 1970 el Range Rover ha pasado por cuatro generaciones, renovándose en cada una de ellas, y siempre dando un paso más allá sin perder ese estilo característico de la firma británica y, sinceramente, me parece que los 147.900 € que cuesta esta unidad de inicio sin extras, merecen la pena si os lo podéis permitir.
El modelo del cuál os voy a hablar tiene de especial el paquete exterior Black Design Pack para darle ese toque de deportividad, si es que le hacía falta. De serie viene muy completo, aunque también hay alguna que otra opción extra para este modelo, tales como cristales Privacy, diferencial trasero con bloqueo activo, pedales deportivos en aluminio, compartimento refrigerado en la consola central delantera, etc. que lógicamente incrementan el precio, ya de por sí elevado.
Cuando accedes al interior del Range Rover Vogue, se nota que desprende una calidad y acabados excelentes, lo mires por donde lo mires. Destacaría la consola central con inserción del salpicadero en Grand Black Lacquer, asientos de piel Ivory y guarnecido interior del techo en acabado Alston-Ivory entre otros. Los asientos eléctricos son formidables, cómodos, grandes y recogen el cuerpo a la perfección, con lo cual se podrían hacer un sinfín de kilómetros sin notar cansancio alguno. En el tablero de instrumentos hay multitud de indicadores, tanto en el cuadro digital como en el volante, así como en la consola central que integra el selector de cambio y el All Terrain Select, controlando la altura de la suspensión y la reductora, lo que hace muy sencilla su conducción por ciudad y por campo.
Bien, pisamos el freno… pulsamos el botón Start/Stop y ¡arrancamos! Desde este momento se nota ya el empuje de sus 340 CV. Su visibilidad en ciudad y carretera es absoluta ya que vamos sentados un metro por encima del tráfico, sin perder ningún detalle de todo lo que rodea a este lujoso todoterreno, y con la posibilidad de disfrutar del techo panorámico fijo o deslizante con cortinilla eléctrica (opcional).
El cambio es automático, aunque también se puede utilizar en modo secuencial de 8 velocidades, con el selector giratorio de marchas o bien desde el volante. La conducción en automático me parece comodísima especialmente en ciudad, ya que reduce bastante el esfuerzo y el cansancio en atascos, al mismo tiempo que simplifica maniobras a conductores noveles, como puede ser la salida en pendiente. Combinada con el control de velocidad en crucero es magnífica para realizar grandes trayectos en carretera. Sin embargo, para cuando queráis desconectar de conducción automática, os aconsejo pasar a secuencial con las levas del volante y poner a prueba toda su potencia. Participaréis más en la conducción, tendréis sensación de un mayor control del vehículo, y al menos a mí, me resulta emocionante conducir.
Por otro lado, la suspensión hace que pases por baches y badenes sin darte cuenta, y su dirección es rápida y precisa.
Los consumos en la prueba realizada van desde los 12 ó 14 l/100 km en ciudad, y en carretera/autovía, a la velocidad permitida de 120 km/h y siendo cuidadosos con el pie derecho, podemos hacerlo bajar hasta los 10 l/100 km. Eso sí, en el momento que nos dejemos llevar, sus consumos serán más elevados.
Viajar por carretera con este modelo es un auténtico placer, siempre que no estemos en una zona con muchas curvas, ya que se puede llegar a notar algún que otro balanceo debido al tipo de suspensión. Los frenos cumplen bien su misión y detienen al Range Rover en pocos metros, pero si abusamos de ellos empiezan a acusar el esfuerzo, ya que no están pensados para hacer una conducción deportiva, ni el coche tampoco. No olvidemos que es un todoterreno, aunque el empuje y nervio de su motor nos inviten a probar nuevas sensaciones.
En resumen, un todoterreno de 10 con el que he disfrutado muchísimo en mi corto viaje a Valencia. lntentaré probarlo en otro terreno y contaros mis impresiones.
Aquí os dejo el catálogo online, por si queréis saber más sobre la gama Range Rover. ¡Nos vemos en el próximo!
Redacción y fotografías: Ernesto Blázquez Martín.
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